En este momento estás viendo Afecciones cardiovasculares

Afecciones cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares, también conocidas como “cardiopatías”, se definen como un grupo de trastornos que afectan el sistema cardiovascular. Este último se encarga de transportar la sangre desde el corazón hasta el circuito de tubos elásticos que conocemos como vasos sanguíneos; en donde se incluyen distintos tipos de venas, arterias, arteriolas y capilares.

Muchas veces se presentan sin dolor y sin síntomas obvios. Por esa razón, a menudo no se tratan.

Son la principal causa de mortalidad en todo el mundo.

Se clasifican en:

  • hipertensión arterial(presión alta);

  • cardiopatía coronaria (infarto de miocardio);

  • enfermedad cerebrovascular (ictus);

  • enfermedad vascular periférica;

  • insuficiencia cardíaca;

  • cardiopatía reumática;

  • cardiopatía congénita;

  • miocardiopatías.

 

Hablaremos en esta ocasión de la Hipertensión arterial, Diabetes, Niveles de colesterol y Triglicéridos.

¿QUÉ ES LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL?

La presión arterial es la fuerza de la sangre al empujar contra las paredes de las arterias. Cada vez que su corazón late, bombea sangre hacia las arterias. En ese momento es cuando la presión arterial es más alta y se denomina presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo la presión arterial baja. Esto se llama presión diastólica.

 

Categoría de presión arterial        Presión arterial sistólica          Presión arterial diastólica

Normal                                              <120                                             <80

Presión arterial alta                          >140                                             >90

 

¿POR QUÉ TENGO QUE PREOCUPARME POR LA PRESIÓN ARTERIAL ALTA?

Cuando la presión arterial se mantiene mucho tiempo alta, hace que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardíaco, accidente cerebro-vascular, insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal.

 

DIABETES

¿QUÉ ES LA DIABETES?

La diabetes mellitus se refiere a un grupo de enfermedades que afectan la forma en que tu organismo utiliza el azúcar en sangre (glucosa). La glucosa es vital para tu salud porque es una fuente importante de energía para las células que forman los músculos y tejidos. También es el combustible principal de tu cerebro.

Las personas con diabetes presentan niveles altos de azúcar en sangre debido a que su cuerpo no puede movilizar el azúcar desde la sangre hasta el músculo y a las células de grasa para quemarla o almacenarla como energía, y/o el hígado produce demasiada glucosa y la segrega en la sangre. La insulina es una hormona producida por el páncreas para controlar el azúcar en la sangre.

Esto se debe a que:

  • El páncreas no produce suficiente insulina

  • Las células no responden de manera normal a la insulina

  • Ambas razones anteriores

Hay dos tipos principales de diabetes. Las causas y los factores de riesgo son diferentes para cada tipo:

  • La diabetes tipo 1 es menos común. Se puede presentar a cualquier edad, pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce poca insulina. Esto se debe a que las células del páncreas que producen la insulina dejan de trabajar. Se necesitan inyecciones diarias de insulina. La causa exacta de la incapacidad para producir suficiente insulina se desconoce.

  • La diabetes tipo 2 es más común. Casi siempre se presenta en la edad adulta. pero debido a las tasas altas de obesidad, ahora se está diagnosticando con esta enfermedad a niños y adolescentes. Algunas personas con diabetes tipo 2 no saben que padecen esta enfermedad. Con la diabetes tipo 2, el cuerpo es resistente a la insulina y no la utiliza con la eficacia que debería. No todas las personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso o son obesas.

Las afecciones diabéticas potencialmente reversibles incluyen la prediabetes, cuando tus niveles de azúcar en sangre son más altos que lo normal, pero no lo suficiente como para que la enfermedad se clasifique como diabetes, y la diabetes gestacional, que se produce durante el embarazo pero puede resolverse una vez que el bebé nace.

¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES SÍNTOMAS TIPO 1 Y TIPO 2?

  • Aumento de la sed

  • Ganas frecuentes de orinar

  • Hambre extrema.

  • Pérdida de peso inexplicable

  • Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la degradación muscular y de grasas que se produce cuando no hay insulina suficiente disponible).

  • Fatiga

  • Irritabilidad

  • Visión borrosa

  • Llagas de cicatrización lenta.

  • Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías, en la piel y en la vagina.

PREVALENCIA, FACTORES DE RIESGO Y RIESGO CARDIOVASCULAR

La diabetes mellitus (DM) tipo 2 supone uno de los mayores problemas de Salud Pública en la actualidad, tanto por su elevada prevalencia como por su incidencia. Además, se estima que tan sólo un 30-40% de los diabéticos en tratamiento consigue el control metabólico, lo que hace que la morbimortalidad cardiovascular sea alta. Por ello, la diabetes debe de ser considerada como un factor más de riesgo cardiovascular. Factores de riesgo:

  • Mayores de 45 años

  • Sobrepeso

  • Hiperlipidemias

  • Tensión arterial elevada

  • Fumador

  • Diabetes gestacional

  • Hijo de más de 4kg al nacer

  • Familiares diabéticos

La diabetes del adulto o de tipo 2 es prevenible en 9 de cada 10 casos. Los factores modificables son el sedentarismo y la dieta principalmente.

Las complicaciones de la enfermedad pueden ser hipoglucemia, factores de riesgo cardiovascular, ceguera, disfunción eréctil e infecciones (los diabéticos no tienen mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas pero en el caso que la contraigan, la infección puede dificultar el control de la glucemia y favorecer la aparición de cetoacidosis, por ello se les aconseja la vacunación antigripal).

Se considera que realizar actividad física de forma regular, no fumar, seguir una dieta sana e intentar mantener un peso saludable puede evitar el 90% de casos de diabetes tipo 2.

Para ello es imprescindible detectar cuáles son nuestros hábitos que se convierten en factores de riesgo de padecer diabetes.

 

HÁBITOS DIETÉTICOS QUE PREDISPONEN LA DM TIPO2

Bebidas azucaradas

Concretamente, tomar una lata de refresco al día puede aumentar el riesgo de sufrirlo en un 22%.

Zumos de fruta

De forma habitual aumenta el riesgo de padecer diabetes. Mientras que el consumo de la fruta entera lo disminuye

Carnes procesadas

Alimentos refinados

Pueden aumentar el riesgo de sufrirlo, mientras que consumir alimentos integrales (pan integral, pasta integral, arroz integral…).

Alimentos fast food (comida rápida)

Edulcorantes

La sacarosa es el edulcorante natural de uso habitual para la mayor parte de la población pero también el de mayor índice glucémico. Existe la opción de utilizar edulcorantes naturales, como la estevia.

 

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS

Una dieta adecuada es el primer paso para iniciar el tratamiento. El nutriente que va a ser clave a la hora de aconsejar una dieta a un diabético son los carbohidratos: la glucosa es el principal nutriente que va a proporcionar energía, por lo cual los carbohidratos no deben estar prohibidos en ningún caso.

Lo que sí es importante y se debe de tener en cuenta es el tipo de carbohidrato consumido así como su repartición a lo largo del día. Los hidratos de carbono deberían repartirse de tal manera que el 30% del total se consumiese en la mañana (desayuno ± media mañana), el 40% durante el mediodía-tarde (comida ± merienda) y el 30% restante por la noche (cena ± antes de acostarse).

Pero sobre todo, es fundamental valorar de qué tipo deben ser estos carbohidratos. Del 55-60% de energía que tienen que proporcionar los hidratos de carbono de la dieta, menos del 15% deberían ser carbohidratos simples (índice glucémico alto):

  • Azúcares o edulcorantes como la miel, el sirope de maíz, azúcar de mesa, sacarosa.

  • Frutas como la piña, el banano, la piña, la naranja o el albaricoque.

  • Cereales refinados como el trigo, el arroz, la harina o el trigo.

  • Alimentos a base de harina refinada como las galletas, las donas, el pan, las rosquillas, las tortas.

  • Los lácteos y sus derivados en general.

Y más del 40% carbohidratos de absorción lenta (índice glucémico bajo):

  • Harinas integrales

  • Granos como el maíz, cebada, arroz integral, avena o germen de trigo.

  • Legumbres como los guisantes, lentejas, frijoles, habas, cous-cous o soya.

  • Tubérculos y raíces como la papa, la calabaza, la yuca o el ñame.

  • Verduras como la espinaca, el puerro, la alcachofa, el puerro, el pimentón, los espárragos o la col.

  • Frutos secos y semillas como las almendras, las avellanas, las semillas de girasol, las nueces, pasas, los pistachos o las semillas de lino.

  • Frutas como los plátanos, los rábanos, las peras, el aguacate o los higos.

  • Hortalizas y vegetales como el pepino, la zanahoria, la berenjena, los tomates y los germinados, además los de hoja verde como la rúcula, la lechuga, la acelga el perejil o el cilantro

Debe quedar muy claro que ni los antidiabéticos orales ni la insulina, sustituirá la dieta.

 

RECOMENDACIONES NATURALES Y EFICACES

Los complementos alimenticios a base de cromo, carnosina y extracto de canela contribuye a mantener los niveles normales de glucosa. Recuerda, nunca deberían sustituir una alimentación equilibrada.

COLESTEROL

¿QUÉ ES EL COLESTEROL?

El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano necesaria para el normal funcionamiento del organismo. La mayor parte del colesterol se produce en el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos.

Definamos su función:

Interviene en la formación de ácidos biliares, vitales para la digestión de las grasas.

Los rayos solares lo transforman en vitamina D para proteger la piel de agentes químicos y evitar la deshidratación.

TIPOS DE COLESTEROL

La sangre conduce el colesterol desde el intestino o el hígado hasta los órganos que lo necesitan y lo hace uniéndose a partículas llamadas lipoproteínas. Existen dos tipos de lipoproteínas:

  • De baja densidad (LDL): se encargan de transportar nuevo colesterol desde el hígado a todas las células de nuestro organismo. Colesterol malo: el colesterol al unirse a la partícula LDL se deposita en la pared de las arterias y forma las placas de ateroma.

  • De alta densidad (HDL): recogen el colesterol no utilizado y lo devuelve al hígado para su almacenamiento o excreción al exterior a través de la bilis. Colesterol bueno: el colesterol al unirse a la partícula HDL transporta el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea destruido.

 

¿POR QUÉ ES UN FACTOR DE RIESGO?

Si sus niveles en sangre se elevan producen hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200.

Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando la aterosclerosis.

La hipercolesterolemia no presenta síntomas ni signos físicos, así que su diagnóstico sólo puede hacerse mediante un análisis de sangre que determine los niveles de colesterol y también de los triglicéridos. Es conveniente que las personas con riesgo de padecer una dislipemia (alteración de los niveles normales de estas grasas), que tengan familiares con cardiopatía isquémica y otras enfermedades cardiovasculares, se sometan a esta prueba desde edades tempranas.

 

TRIGLICÉRIDOS

¿QUÉ SON LOS TRIGLICÉRIDOS?

Los triglicéridos son un tipo de grasa. Son el tipo más común de grasa en el cuerpo. Provienen de alimentos, especialmente mantequilla, aceites y otras grasas que ingerimos, las que el cuerpo no necesita de inmediato se almacenan en las células de grasa.

Cuando su cuerpo necesita energía, libera los triglicéridos.

Niveles superiores a 150 mg/dL pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y también es un factor de riesgo para padecer el síndrome metabólico.

¿CAUSAS DE DISPLEMIAS?

  • Hábitos alimenticios poco saludables

  • Falta de actividad física

  • Fumar

  • Tener sobrepeso u obesidad

  • Consumo excesivo de alcohol

  • Ciertos medicamentos

  • Algunos trastornos genéticos

  • Enfermedades tiroideas

  • Diabetes tipo 2 mal controlada

  • Enfermedades del hígado o renales

¿CÓMO DEJAR ATRÁS EL COLESTEROL Y LOS TRIGLICÉRIDOS ?

Desde la Farmacia Paloma López trataremos de aliviar los síntomas, pero siempre intentando buscar el origen del problema, responsable de esa sintomatología, para que sea una solución definitiva. Es de vital importancia buscar una solución individualizada para cada situación, haciendo una
valoración global.

 

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS

Debemos incidir en la importancia de la adquisición de unos hábitos saludables. Una dieta adecuada es el primer paso para iniciar el tratamiento y así reducir el colesterol y triglicéridos elevados. Según las evidencias científicas, los cambios dietéticos que se plantean de inicio pasan por incluir a diario los siguientes alimentos básicos:

  • Aceite de oliva virgen extra

  • Nueces

  • Pescado azul

  • Semillas de sésamo o derivados

  • Legumbres

  • Verduras

 

RECOMENDACIONES NATURALES Y EFICACES

No deberían sustituir nunca una dieta equilibrada. Como todos los suplementos, se deben ingerir en períodos de duración limitada. Debemos tener precauciones en cuanto a las interacciones con los medicamentos y también con otras patologías.

Fibra soluble

El efecto hipocolesterolemiante de la fibra soluble se produce como consecuencia de la limitación y enlentecimiento de la absorción intestinal del colesterol. Esta actuación se realiza al favorecer la mezcla con los ácidos biliares y como consecuencia, tanto ácidos biliares como colesterol se eliminan a través de las heces.

El consumo de unos u otros resulta una ayuda para reducir el colesterol, sobre todo el LDL.

Tiene como ventaja que no se reducen las concentraciones de HDL colesterol y como inconveniente que tampoco se reducen los triglicéridos sin que se modifiquen las concentraciones de colesterol.

Semillas de lino o linaza

Son ricas en dos componentes bioactivos: fibra soluble (pectinas y mucílagos) y ácidos grasos insaturados (ácido alfa-linolénico, más abundante en el aceite de lino). Este último es precursor directo de los ácidos grasos omega-3, EPA y DHA.

Lecitina de soja

En el organismo, los fosfolípidos ayudan a mantener en suspensión el colesterol sanguíneo e impiden que se deposite en las paredes arteriales y venosas. Por el momento, la lecitina de soja puede servir como complemento preventivo, aunque no terapéutico.

Fitosteroles

El consumo diario de dos gramos de estas sustancias reduce el colesterol total entre un 10% y un 15%, al interferir en la absorción intestinal del colesterol tanto dietético como del endógeno.

Ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA)

Se preparan en cápsulas o perlas, por lo general de aceite de pescado. Está demostrado que disminuyen los triglicéridos, aumentan la vasodilatación arterial, reducen el riesgo de trombosis y la tensión arterial, y todos estos efectos se postulan como protectores de las enfermedades cardiovasculares.

Levadura roja de arroz

Es una levadura fermentada que se desarrolla en el arroz. Tiene como propiedades que la monacolina K, activo de la levadura roja de arroz, contribuye a mantener niveles adecuados de colesterol, puesto que su estructura molecular se asemeja a las estatinas. Come efecto secundario puede aparecer debilidad muscular.

Probióticos

Son microorganismos vivos que están de forma natural en el intestino. Se ha comprobado que los probióticos pueden contribuir a disminuir el colesterol sanguíneo por varios mecanismos. Por un lado, las células bacterianas pueden ser capaces de utilizar el colesterol para su propio metabolismo, y por otro hacen que no puedan ser reabsorbidas por el intestino y se eliminen con las heces. Esto hace que el hígado tenga que volver a sintetizar las sales biliares a partir del colesterol de la sangre, produciéndose un efecto global de disminución del colesterol sanguíneo.

Estos tratamientos están empezando a cobrar importancia y existen cada vez más trabajos científicos que avalan el uso de probióticos en salud cardiovascular.

Es esencial abordar cada caso bajo una concepción integral de cuerpo, mente y emociones. Por ello os invitamos a visitar nuestra web y redes sociales, y a preguntar en el mostrador por nuestros servicios de consulta natural y nutrición avanzada.

Deja una respuesta