BEBÉS Y NIÑOS, FUERTES Y SALUDABLES
La salud de nuestros niños es fundamental para que se conviertan en adultos sanos y puedan tener una vida plena. Los hábitos de vida saludables se adquieren desde bien pequeños, podríamos decir que desde que estamos en el vientre de nuestra madre. Si enseñamos a un niño a tener un estilo de vida saludable es bastante probable que le acompañe durante el resto de su vida.
Pero, ¿Qué son los hábitos de vida saludables?
Los hábitos saludables son todas aquellas conductas y comportamientos positivos que adquirimos en nuestro día a día y que recaen de manera directa o indirecta en nuestro bienestar físico, social y mental. Unos buenos hábitos desde pequeños nos ayudarán a tener buen desarrollo tanto físico como psíquico, en definitiva una vida más sana y feliz. Aquí te dejamos una lista de hábitos de vida saludables que puedes aplicar en tu día a día.
- Alimentación sana – Introducir una alimentación saludable y equilibrada es obligación de los padres desde que sus hijos son bebés. Los niños se guían por lo que ven en casa, por ello es muy importante que seamos un buen ejemplo para ellos. Una buena alimentación hace que tengamos más energía, nos ayuda a prevenir enfermedades y contribuye a que crezcamos fuertes y sanos.
- Hidratación – El riesgo de deshidratación es mayor en los niños que en los adultos debido a que su temperatura corporal aumenta más rápido. Una buena hidratación ayuda a mantener hidratados los órganos y es necesaria para que nuestro organismo se deshaga de las toxinas, así como mantener la temperatura corporal y el rendimiento físico y cognitivo.
- Higiene – La higiene es esencial en el día a día. Hay que enseñarles desde bien pequeños que hay que mantener una buena higiene, es decir, lavarse los dientes mínimo dos veces al día, enjabonarse bien el cuerpo en la ducha y lavarse el pelo, lavarse muy bien las manos todas las veces que se vaya a comer para eliminar cualquier tipo de suciedad, virus, bacterias… y tener una buena higiene personal.
- Salud bucodental – Las enfermedades bucodentales pueden aparecer debido a una mala alimentación y por no hacer una buena técnica de limpieza dental. Es muy importante que desde bien pequeños introduzcamos en sus tareas diarias limpiarse los dientes de forma natural y sencilla.
- Sueño – Es importante dormir unas 8 horas diarias para que la mente y el cuerpo puedan descansar y liberar tensiones. Crear rutinas para la hora de acostarse ayuda a crear un buen hábito del sueño.
- Ejercicio físico – Investigaciones destacan que hacer ejercicio físico de una manera adecuada, regular y sistemática, ayuda a mejorar la salud e incrementa la calidad de vida de manera notable.
- Limitaciones con los dispositivos móviles y TV – Los niños pasan frente a las pantallas entre tres y cinco horas diarias cuando lo recomendable es de una a dos horas máximo. Es importante hacer un buen uso, en cuanto a tiempo, de la televisión. Los padres deben establecer un horario en concreto y un tipo de canales que sean aptos para edad correspondiente de la del pequeño de la casa, para que pueda adoptar un buen comportamiento y tenga buen rendimiento en el colegio y con las tareas del mismo.
Al igual que la televisión, las tablets y los teléfonos móviles también son peligrosos en cierta manera porque crean adicción. Hay que ser conscientes de ello y no dejar que se pasen horas y horas delante de los dispositivos electrónicos.
¿QUÉ MÁS PODEMOS HACER PARA AYUDARLOS?
La composición de la microbiota intestinal del niño desempeña un papel esencial en el desarrollo de su inmunidad.
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que viven en el intestino. El equilibrio entre bacterias, levaduras, hongos y otros microorganismos es fundamental para la salud, ya que el 70% de nuestras células inmunes y más de 100 millones de neuronas conectadas con el cerebro viven en nuestro intestino.
La microbiota intestinal empieza a desarrollarse desde el nacimiento por la respiración, el contacto físico con el entorno, la lactancia y la posterior alimentación, etc. Con las microbiotas maternas (vaginal, intestinal, cutánea) y los microorganismos del entorno, el niño compone progresivamente una microbiota diversificada que llega a su forma adulta hacia los dos o tres años de edad.
Hasta esta edad, nuevas colonias de microorganismos se establecen a lo largo del tubo digestivo. La mayoría de estos microorganismos son esenciales para el tránsito y la digestión, pero también para el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Aunque el tubo digestivo generalmente se considera estéril al nacer, estudios científicos recientes han sugerido que el tubo digestivo del niño estaría colonizado por microorganismos presentes en el medio intrauterino. Este fenómeno se llama «colonización prenatal». Por eso la importancia de una buena alimentación y un aporte de probióticos durante el embarazo, para evitar problemas derivados del él (estreñimiento, hemorroides, candidiasis vaginal…) y para que a la hora del parto la madre tenga una microbiota vaginal óptima.
Los beneficios de los probióticos sobre la microbiota intestinal del niño:
Cólico del lactante: Existen múltiples factores asociados, aunque todos ellos son muy variables: se habla de cierta inmadurez intestinal hasta los 4 meses que hace que las digestiones sean más pesadas y generen más gas. Se ha visto en niños con pocas o nulas rutinas en casa o cambios continuos de las mismas, en padres y madres muy ansiosos que reaccionan de forma exagerada ante el llanto del bebé, en padres primerizos con cansancio extremo, depresión posparto…etc, por lo que las causas son complejas y no del todo identificadas claramente. Podría ayudar los probióticos lactobacillus reuteri y lactobacillus acidophilus. La manzanilla, que es antiinflamatoria, antimicrobiana, espasmolítica y digestiva.
Y también un complejo alimenticio que contiene 5 cepas microbióticas:
Bifidobacterium longum LA 101
Lactobacillus acidophilus LA 102
Lactococcus lactis LA 103
Streptococcus thermophilus LA 104
Lactobacillus rhamnosus GG LA 801
Diarrea aguda: de origen bacteriano o vírico, es frecuente en los países industrializados. Como prevención de la diarrea, los probióticos modularían la flora intestinal del lactante para reducir el riesgo de infección. La toma de ellos acortaría también la duración de los síntomas de la gastroenteritis aguda. La cepa Lactobacillus rhamnosus se ha estudiado especialmente en esta indicación.
Dermatitis atópica: varios estudios científicos han señalado una mejoría de los síntomas clínicos y una disminución de la inflamación intestinal en los lactantes que padecían eccema atópico. Como prevención del eccema atópico –antes del nacimiento en la madre y después del mismo en el niño–, los probióticos disminuirían también la frecuencia de aparición de los síntomas.
Infecciones respiratorias: un estudio científico ha demostrado recientemente que la administración preventiva de probióticos en invierno a niños pequeños (1 a 6 años) puede disminuir el porcentaje de absentismo en la guardería a causa de enfermedades. También se ha constatado una disminución de las infecciones respiratorias. De ahí la menor necesidad de recurrir a los antibióticos.
OJO!!!! Antibióticos y sobrepeso: un dúo en estudio
La toma de antibióticos durante la infancia desempeña un papel en la composición de la microbiota intestinal, ¡sobre todo reduciendo su diversidad! ¿Resultados? Mayor riesgo de enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca, obesidad, eccema y asma… Por otra parte, numerosos estudios se han interesado por las relaciones entre antibioterapia y sobrepeso en el niño. La toma de antibióticos en los primeros años de vida podría dar lugar a sobrepeso, sobre todo en los varones. Un estudio canadiense ha observado un porcentaje de adiposidad central más importante en los preadolescentes (9-12 años) que se habían expuesto a los antibióticos antes de su primer cumpleaños.
Nos parecen tan importantes están informaciones que por ello nos gusta compartirlas con vosotros. Esperamos que os ayuden a mejorar la salud futura de vuestros hijos.
El uso de aceites esenciales, homeopatía y fitoterapia junto con probióticos constituyen alternativas saludables para abordar distintas patologías infantiles.
Es esencial abordar cada caso bajo una concepción integral de cuerpo, mente y emociones. Por ello os invitamos a visitar nuestra web y redes sociales, y a preguntar en el mostrador por nuestros servicios de consulta natural y nutrición avanzada.