Fortalecer el suelo pélvico

Fortalecer el suelo pélvico

¿Qué es el suelo pélvico?

El suelo pélvico es el conjunto de músculos y ligamentos que mantienen la vejiga, el útero, la vagina y el recto en su sitio para que funcionen correctamente. Cumple diversas funciones esenciales como sujetar los órganos que están en su interior, controlar esfínteres, dar la correcta estabilidad a la pelvis para que nuestra espalda pueda estar erguida e influir también en nuestra vida sexual. Además de tener un efecto amortiguador, es dinámico, ya que se adapta a nuestro movimiento. 

Juega un papel muy importante en nuestra calidad de vida y, generalmente, no le damos la importancia que realmente tiene por simple desconocimiento sobre todo lo que concierne a este tema, generalmente tabú. Hace falta mucha más información y educación al respecto. 

¿Sabías que los problemas relacionados con el suelo pélvico afectan al 25% de las mujeres mayores de 40 años? 

Por ello deberíamos de trabajar nuestra musculatura pélvica a partir de los 20 años como medida preventiva ya que con el tiempo puede llegar a condicionar nuestro día a día.

 

¿Cómo saber si tengo suelo pélvico debilitado?

. Pérdidas de orina.

. Prolapso o descenso de los órganos pélvicos.

. Sensación de pesadez en el bajo vientre o en la zona anal.

. Dificultad para controlar los gases.

. Dolor durante las relaciones sexuales.

. Ganas continuas de orinar y/o defecar.

 

¿Por qué se deteriora nuestro suelo pélvico?

. La edad.

. Herencia genética: dos de cada diez mujeres tienen debilidad innata en los músculos del suelo pélvico.

. Haber tenido hijos: que hayan sido bebés muy grandes o muy pequeños, que el parto haya sido con una fase expulsiva excesivamente lenta… 

. Haber pasado por alguna cirugía ginecológica o tratamientos agresivos.

. Tener sobrepeso.

. Tener estreñimiento.

. Padecer enfermedades respiratorias crónicas. Sufrir episodios habituales de tos (por alergias, asma…).

. Ser fumadora.

. Estar en la menopausia.

. Tener infecciones de orina de repetición.

. Practicar deportes de impacto.

. Hacer abdominales tradicionales.

. Cargar pesos habitualmente.

. Tocar de manera frecuente instrumentos de viento, debido a la fuerza abdominal que hay que hacer al soplar.

. Vestir ropa ajustada.

 

Alimentos para reforzar el suelo pélvico

Cuidar nuestra alimentación, basándose en alimentos de calidad tales como verduras, frutas, huevos, pescado y carne (si son ecológicas mejor). Así mismo debemos evitar los procesados, harinas y azúcares refinados, lácteos y grasas trans, ya que generan inflamación intestinal, disbiosis y alteración del sistema inmune innato, influyendo de modo directo en la salud de nuestro suelo pélvico. Aumenta el consumo de alimentos antiinflamatorios:

  • Frutos del bosque.
  • Vegetales de hoja verde.
  • Las coles y el brócoli. 
  • Cúrcuma.
  • Legumbres.

No te olvides de tener una buena hidratación, bebiendo unos dos litros de agua al día.

 

Remedios naturales para el suelo pélvico

 

Suplementos nutricionales

. Probióticos: nos ayudan a mejorar y regular nuestra tránsito intestinal, evitando el estreñimiento. 

. Complementos que nos ayuden a mantener la fuerza y elasticidad de nuestra musculatura pélvica, como el magnesio y el colágeno.  

 

Técnicas fisioterapéuticas

. Practicar ejercicio de bajo impacto: Gimnasia Hipopresiva, ejercicios de Kegel y/o Pilates (que consiste en realizar ejercicios, aguantando la respiración a la vez que se contrae la musculatura pélvica). 

. Masoterapia, consiste en el uso de distintas técnicas de masaje con fines terapéuticos.

. Cinsiterapia, que es el conjunto de técnicas de Fisioterapia que se basan en emplear el movimiento como medida para mejorar la salud o recuperarse de alguna lesión o disfunción.

 

Otras técnicas

. Electroterapia, se introduce un electrodo en la vagina o en la zona perineal que emite una corriente eléctrica indolora que contrae la musculatura pelviana, tonificándola, mejorando la sensibilidad vaginal y activando la circulación.

. Láser de CO2 en el canal vaginal, logra inducir la producción de colágeno a nivel profundo y retensa la mucosa, provocando una contracción y aumentando la firmeza de los tejidos de la mucosa vaginal.

. Tratamiento quirúrgico: Mediante cirugía se puede reconstruir el suelo pélvico. 

Se emplea en casos de especial severidad, intentando evitarlo en mujeres en edad fértil, ya que a menudo, va acompañado de la extirpación del útero.

 

¿Qué son los ejercitadores pélvico?

Consisten en unas bolas con pesos intercambiables de 20, 30 y 40 gramos (así se podrán conseguir hasta 6 combinaciones con pesos diferentes) y dos fajas de sujeción: una simple y otra doble. Están fabricados en silicona médica 100%, tanto las esferas como la faja de sujeción, libre de ftalatos.

Están indicadas para aquellas mujeres que quieren prevenir la debilidad muscular del suelo pélvico, que desean mejorar su lubricación vaginal, y/o están comenzando a tener leves pérdidas de orina.

No se recomiendan en caso de embarazo, postparto reciente, ni en mujeres con patologías pélvicas.

 

Dispositivos electrónicos

Fabricados en ABS de grado médico sin látex y libre de ftalatos, con un diseño suave y discreto, perfecto para las terapias de suelo pélvico. Su sutil vibración ayuda a crear consciencia en la zona pélvica. Incorporan rutinas de entrenamiento diseñadas a partir de los ejercicios de Kegel, distribuidas en 10 modos de vibración distintos.

Están indicados durante el embarazo para hacer el masaje perineal así como para recuperarse tras el parto. También si tienes cualquier patología pélvica (vaginismo, dispareunia, prolapso, incontinencia…) o para mejorar la sequedad vaginal ya que estimula la circulación sanguínea.




¿Qué son los ejercicios de Kegel y para qué sirven?

Los ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer los músculos debajo del útero, la vejiga y el intestino (grueso). Están indicados para aquellas mujeres que quieren prevenir la debilidad muscular del suelo pélvico, que desean mejorar su lubricación vaginal, y/o están comenzando a tener leves pérdidas de orina. No se recomiendan en caso de embarazo, posparto reciente, ni en mujeres con patologías pélvicas. 

  1. Encuentra los músculos correctos. Para identificar los músculos del suelo pélvico, detén la micción a mitad de camino. Una vez que hayas identificado los músculos del suelo pélvico, puedes hacer los ejercicios en cualquier posición, aunque al principio te resultará más fácil hacerlos tumbado.
  2. Perfecciona tu técnica. Para hacer los ejercicios de Kegel, imagina que estás sentada sobre una canica y contrae los músculos pélvicos como si estuvieras levantando la canica. Prueba realizar esto durante tres segundos a la vez; luego descansa a la cuenta de tres.
  3. Mantén la concentración. Para obtener los mejores resultados, concéntrate en tensar solo los músculos del suelo pélvico. Presta atención de no flexionar los músculos del abdomen, los muslos o los glúteos. Evita contener la respiración. Respira de manera normal durante los ejercicios.
  4. Repítelo 3 veces al día. Trata de hacer por lo menos 3 series de 10 a 15 repeticiones al día.

Para obtener mejores resultados se pueden utilizar ejercitadores pélvicos con pesos intercambiables de 20, 30 y 40 gramos (así se podrán conseguir hasta 6 combinaciones con pesos diferentes) y dos fajas de sujeción: una simple y otra doble. Están fabricados en silicona médica 100%, tanto las esferas como la faja de sujeción, libre de ftalatos.

No te acostumbres a usar los ejercicios de Kegel para iniciar y detener el chorro de orina. Hacer los ejercicios de Kegel mientras vacías la vejiga en realidad puede causar un vaciamiento incompleto de la vejiga, lo cual aumenta el riesgo de una infección de las vías urinarias.



Consideramos a cada persona como un ser único y especial, con sus propias necesidades concretas. Por ello, abordamos cada caso bajo una concepción integral de cuerpo, mente y emociones. Por ello os invitamos a visitar nuestra web y redes sociales, y a preguntar en el mostrador por vuestro caso particular.



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