La detoxificación es el mecanismo por el cual eliminamos las toxinas que nuestro organismo ha ido acumulando con el tiempo y que él mismo se encarga constantemente de neutralizar y desechar gracias a que tiene un magnífico sistema encargado de este proceso.
Estas toxinas tienen un doble origen: por una parte, provienen de los procesos metabólicos que se generan en las propias células para obtener energía y renovarse. Por otra, se deben a la contaminación externa, a la mala alimentación, al alcohol, al tabaco, a los metales pesados, a los herbicidas y pesticidas
Tanto el hígado como el riñón son los principales protagonistas de esta eliminación natural. Pulmones, intestinos y la propia piel a través del sudor, son actores secundarios que ayudan a la no acumulación de toxinas.
Convertir la detoxificación en un hábito a realizar al menos una o dos veces al año potenciará nuestra salud y calidad de vida, aportando un extra de vitalidad y energía a nuestro cuerpo. El momento ideal serían los cambios de estación (sobre todo primavera y otoño), el fin del periodo navideño, la llegada de las vacaciones de verano…
¿Cuáles son las principales señales de un exceso de toxinas?
Alergias, asma, fatiga, cansancio injustificado, problemas digestivos, infecciones frecuentes, insomnio, problemas cutáneos, celulitis, obesidad, retención de líquidos y un largo etc…
¿Qué personas necesitan una detoxificación?
Como norma general toda la población adulta, a partir de los 25-30 años, al menos una o dos veces al año, sobre todo en primavera y otoño.Cuando se tienen niveles altos de colesterol y triglicéridos.
- Cuando se tiene diagnóstico de hígado graso.
- Si se abusa del alcohol.
- Deportistas.
- Personas con sobrepeso y obesidad.
- Personas que padecen alergias cada primavera.
- Cuando se sufren migrañas de manera habitual.
- Si se siguen dietas hiperprotéicas o ricas en grasas.
- Personas con picores generalizados de origen inespecífico.
En estos casos, debería hacerse con una frecuencia de tres o cuatro veces al año.
¿Quién no debe hacerla?
Embarazadas y madres dando el pecho.
Niños menores de 6 años
Pacientes con insuficiencia renal o hepática.
Polimedicados.
Personas en brote.
Astenia muy marcada.

¿Cuáles son los beneficios de hacer una detoxificación?
- Eliminar toxinas del cuerpo.
- Prevenir enfermedades.
- Mejorar la función del sistema inmunitario.
- Pérdida de peso.
- Frenar el envejecimiento prematuro.
- Mejorar la calidad de vida.
- Incrementar la energía, mejorar el humor y el estado de ánimo.
- Mejorar la piel.
- Restablecer el equilibrio de nuestro cuerpo.
- Favorece la función linfática, gastrointestinal, hepática, biliar y renal del cuerpo.
¿Cómo funciona el proceso de detoxificación en el organismo?
El hígado procesa las toxinas y las envía a los riñones a través de la sangre para que sean eliminadas mediante la orina o mediante la bilis hacia los intestinos y así expulsarlas en forma de heces.
Mediante el drenaje favoreceremos el proceso de detoxificación ya que los líquidos serán los encargados de llevar las toxinas a sus destinos para ser evacuadas. Por esa razón es fundamental estar bien hidratados en todo momento y beber mucha agua para ayudar a que este proceso se lleve a cabo naturalmente.
Así mismo, pulmones, intestinos y piel, ayudan a nuestro organismo a mantenerse limpio y depurado diariamente.
El estrés, el cansancio, los malos hábitos y la alimentación poco equilibrada pueden ralentizar o hacer trabajar más de la cuenta a estos procesos naturalmente presentes en nuestro organismo.
Una cura de detoxificación para que sea efectiva, debe de ir siempre acompañada de hábitos alimenticios saludables, de un sueño reparador, de una actividad física diaria, de un control del estrés y de un consumo de agua abundante.
¿Cómo nos puede ayudar la alimentación a optimizar el detox?
Se trata de introducir en nuestra dieta alimentos que gracias a su aporte van a hacer que nuestro organismo trabaje a favor de esa eliminación, estimulando el funcionamiento de hígado y riñones, mejorando la función digestiva y que además, nos ayudarán a la hora de perder peso.
Para ello debemos consumir estos de la forma más natural posible o en caso de cocinarlos, que sea de forma saludable (al vapor o cocida).
Una buena forma de resetear nuestro organismo será incluir grandes dosis de estos alimentos depurativos en nuestro día a día.
- Alimentos que ayudan al hígado: alcachofas, rábanos, remolacha, limón y otros cítricos como el pomelo, escarola, berenjena, cebolla, achicoria, hongo shiitake, etc…
- Alimentos para el riñón: casi todas las frutas son diuréticas: naranja, limón, piña, sandía, limón, pera, manzana, kiwi y pomelo. También verduras como apio, ajo, cebolla, espárrago, hinojo, pepino, puerro, zanahoria y verduras de hoja verde.
- Alimentos para ayudar a nuestro sistema digestivo deben ser ricos en fibra: frutas y verduras en general, algas, avena, cereales integrales, la alcachofa, piña, apio, espinacas, rúcula, canónigos, manzana y melocotón.
- Alimentos para ayudar a nuestra piel: serán aquellos que promuevan la sudoración como el rábano picante, saúco, borraja, zarzaparrilla, orégano, etc..
- El agua es fundamental para ayudarnos en el proceso de detoxificación. Debemos beberla en abundancia, al menos dos litros de agua al día. También son de gran ayuda las infusiones de té verde, té rojo, cola de caballo, ortosifón, vara de oro o diente de león.
- Alimentos a evitar: alimentos procesados, azucarados, alcohol, bollería industrial, carnes rojas, mariscos, moluscos y embutidos. Las verduras más ricas en purinas como las espinacas, acelgas, espárragos, brócoli, coliflor y setas.

¿Cómo podemos ayudar a nuestro cuerpo a potenciar el detox?
Aunque nuestro organismo tiene capacidad suficiente para eliminar toxinas por sí mismo, podemos encontrar un gran aliado en la fitoterapia, en los aceites esenciales y en los complementos alimenticios.
FITOTERAPIA: Para el hígado: alcachofa, diente de león, cardo mariano, romero, cúrcuma, boldo, fumaria o el desmodio, con propiedades hepatoprotectoras, hipocolesterolemiantes, coleréticas y colagogas, constituyen una gran ayuda.
Para los riñones: apio, ortiga, ulmaria, cola de caballo o abedul, tienen propiedades depurativas y diuréticas.
ACEITES ESENCIALES: la menta piperita, limón, jengibre, cardamomo, mandarina y enebro, son grandes depurativos hepáticos y renales.
COMPLEMENTOS DIETÉTICOS:
Colina e inusitol: son micronutrientes que favorecen la función hepática.
L-Metionina: es un aminoácido esencial fundamental para la formación de las proteínas.
Vitamina E: contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.
Biotina: contribuye al metabolismo energético normal y de macronutrientes.
Vitaminas B1, B2, B3. B5, B6, B9 Y B12: contribuyen a disminuir el cansancio y la fatiga.
Magnesio, zinc, cobre, selenio, molibdeno: todos ellos minerales esenciales para una buena función hepática.

Dieta Detox de 7 días
SOPA DEPURATIVA:
6 cebollas grandes,
2 puerros,
1 atado de apio,
1 atado de espárragos,
1 col,
Es preferible no añadir ningún tipo de sal.
Corta todo en pedazos y ponlo en una olla grande. Hiérvelo durante 10 minutos y déjalo a fuego lento hasta su total cocción.
DÍA 1º:
Come solo sopa. Puedes añadir algo de melón, sandía o piña. Toma solo infusiones y/o agua.
DÍA 2º:
Come vegetales frescos o de lata, al vapor o crudos, sin añadir grasas. Puedes
tomar la sopa cuando tengas apetito. Este día no comas fruta. Toma solo infusiones y/o agua.
DÍA3º:
Hoy puedes consumir tanto verduras como frutas, además de la sopa. Puedes beber té, café solo y/o agua.
DÍA 4º:
Come solo la sopa. Añade algún plátano (evitará que los dulces te tienten).
Bebe muchos líquidos, té, café solo y/o agua.
DÍA5º:
Come la sopa. En la comida añade pollo sin piel y tomate natural fresco.
Puedes beber té, café solo y/o agua.
DÍA 6º:
Come la sopa al menos una vez al día. Come y cena verduras y algo de carne blanca. Bebe infusiones y/o agua.
DÍA 7º:
Hoy para terminar la semana come arroz integral, jugo de frutas naturales y verduras frescas. Toma la sopa al menos una vez al día.
Ayuda DETOX en persona alérgica
El hígado actúa como filtro de los alérgenos y se ocupa de su metabolización. Por lo tanto, es importante que las personas que sufren alergias respiratorias sigan una dieta saludable, rica en frutas y verduras, alimentos frescos y de temporada que nos aportan vitaminas, nutrientes y minerales; y eviten sustancias tóxicas como el alcohol, tabaco, grasas saturadas, etc. Podemos ayudar a una depuración hepática con aceites esenciales drenantes y regeneradoras de las células hepáticas como el limón, así como las sinergias de menta piperita, romero, zanahoria, apio, enebro o preparados con extractos de plantas detoxificantes, como la alcachofa y el cardo mariano. Con ello estimulamos el funcionamiento hepático para ayudar a metabolizar los alérgenos.
Esta depuración deberíamos hacerla siempre antes de comenzar con los síntomas.
Consideramos a cada persona como un ser único y especial, con sus propias necesidades concretas. Por ello, abordamos cada caso bajo una concepción integral de cuerpo, mente y emociones. Por ello os invitamos a visitar nuestra web y redes sociales, y a preguntar en el mostrador por vuestro caso particular.